Alborada LLuviosa

LLovia. el sonido de las gotas golpeando las hojas de los árboles incitaban a que una lágrima escape por mis mejillas. Mas eso nunca paso. Trague los sentimientos y sentí su sabor amargo en mis labios.

La noche me recordaba su figura esbelta y su mirada sinuosa, esa mirada que sin querer solía darle alas al corazón mas triste. Trate de olvidar su mirada pero aun sentía sus ojos clavados en los míos era como si el tiempo jamás hubiese existido.

El frió erizaba mi piel como cuando sentí el dulzor de sus labios por primera vez, logre comprender que el calor y el frió pueden ofrecer las mismas sensaciones. corrí para que mi cuerpo entre en calor y olvide esa amarga y dulce sensación.

El tenue sonido del viento susurraba a mi oído tristes y añejas canciones que me hacian recordarla aun mas, empero ensordecí mis oídos y deporte sus recuerdos al país del olvido.

La luz de un farol a un lado del camino acogió nuevamente los recuerdos repatriándolos a mi mente y me hizo recordar la luminosidad de su cara angelical, que brillaba como una estrella fugaz en una noche sin luna. La inercia de mi orgullo cogio una piedra y sin dudarlo la lanzo hacia el farol dejando el camino en la mas absoluta penumbra, ahora mi penumbra.

De pronto escampo y el alba de un nuevo día, dimitió la dicha de los noctámbulos. Un nuevo día esperaba por mí, un día para volver a vivir en recuerdos, un día menos viejo que mañana y espero no tan sombrío como ayer...


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