Hibrido 1

Por los parlantes de mi PC oigo una canción antigua de Turbopotamos, es una canción de desamor llamada Ultrabeba:

... Alguien te aviso que estaba a punto
de esconderte en la torre y
tenerte solo para mi
y vi tu pony llorar y huir.

Ultrabeba como vez es por tu culpa
inconsciente me has abandonado,
ahora sabrá todo el mundo
me diste un trago envenenado
y ahora voy armado y desafinado

Esta canción me gusta mas por la melodía que por la letra, es una melodía extraña demasiado cargada de nostalgia, me hace recordar demasiadas cosas y me vuelvo a sentir extraño. Hoy no fue un buen día como no lo viene siendo ningún día desde hace dos meses, mi pesimismo nunca se va apartar de mi.

hoy camine por las avenidas que siempre transito con una sensación mas que extraña, las calles no eran grises como usualmente lo son en invierno, tampoco eran amarillas como lo son algunos días en que por sorpresa sale el sol, esta vez la calle, los autos, los edificios, los transeúntes y el cielo tenían un color que no podría describir pues era totalmente ajeno y los hacia verse lejanos, lejanos como los tiempos en los que con total indolencia oía estas canciones.

Hoy leí también un cuento de Ribeyro llamado “los merengues”, el final es desconcertante como todo final Riberyano y necesite varios minutos para dejar de pensar en la imagen del personaje lleno se impotencia y frustración al no conseguir lo que deseaba:

Pronto llego a los barrancos. Sentándose en lo alto del acantilado, contemplo la playa. Le pareció en ese momento difícil restituir el dinero sin ser descubierto y maquinalmente fue arrojando las monedas una a una, haciéndolas tintinear sobre las piedras. Al hacerlo, iba pensando que LAS MONEDAS NO VALIAN NADA EN SUS MANOS, y en ese día cercano en que, grande ya y terrible, cortaría la cabeza de todos esos hombres gordos, de todos los mucamos de las pastelerías y hasta de los pelícanos que graznaban indiferentes a su alrededor.

Los Merengues – Julio Ramón Ribeyro


Hace unas horas estuve conversando con una persona que en un momento de mi vida fue demasiado especial y que lo siguió siendo por mucho tiempo pero ahora las cosas eran distintas y la conversación era distante y me sentí culpable por eso, apenas y le contestaba con fríos monosílabos, es extraño darnos cuenta como desaparece ese vinculo que antes nos hacia encontrar temas interesantes y divertidos en las cosas mas absurdas, lo mejor es buscar cosas nuevas y ya enterrar lo pasado.
Por ultimo encontré los motivos por los cuales no intento si quiera escribir, son motivos estúpidos pero cuando logre resolverlos por completo me reiré de ellos.